Vengo,
más sin ser llamado,
tras el aura oscura
llego con la duda
cuan tiempo ha pasado,
Vengo…
y aun sabido el mismo
quizá más cansado,
cual extraño Ulises
ante la puerta… tiembla mi mano.
Vengo…
que siempre he amado,
sentir esas voces
de bellas sirenas
hablar a mi lado.
Traigo…
amor renovado
a un foro de almas,
una noche en llamas
y un cielo estrellado…
Vengo,
y al soñarte, amo,
y si escribo, amo,
y al leerte, amo,
y tiembla mi alma... y me siento amado.