2 ago 2015

VENGO...




Vengo,

más sin ser llamado,
tras el aura oscura
llego con la duda
cuan tiempo ha pasado, 

Vengo…
y aun sabido el mismo
quizá más cansado,
cual extraño Ulises
ante la puerta… tiembla mi mano. 

Vengo…
que siempre he amado,
 sentir esas voces
de bellas sirenas
hablar a mi lado. 

Traigo…
amor renovado
a un foro de almas,
una noche en llamas
y un cielo estrellado… 

Vengo,
y al soñarte, amo,
y si escribo, amo,
y al leerte, amo,
y tiembla mi alma... y me siento amado.
 
 

2 comentarios:

  1. Vienes y esas voces mantienen sus ecos en el viento del tiempo, a veces es este mismo el que no deja que se oigan, el que las hacer callar y las retiene lejos..

    Precioso poema Juan, extrañaba leer algo tuyo poeta, y hoy al entrar a mi blog, lo primero que me salía , era esta entrada, y acudo e irrumpo en este espacio de silencio versados a dejarme llevar, un fuerte abrazo y un beso amigo.

    ResponderEliminar
  2. Esas sirenas también deben haberse sentido solas y cansadas, alguna de ellas icluso sin motivos para seguir.
    Espero que nunca calles, aunque solo sea para reprenderlas, déjales ese faro encendido que son tus letras, eso hará que no vuelvan a perderse.

    Un beso.

    ResponderEliminar