Porque nací sin saber,
o sin ver y sin oír,
quizá nací sin sentir
o es que nací sin querer…
cada momento viví,
como autómata callé
y por las tardes jugué…
y por las noches dormí…
más con el tiempo aprendí
que no se vuelve al ayer,
cada nuevo amanecer,
marca el camino a seguir…
y tras un ocaso oculto,
cual polizón de la noche,
de sueños hice derroche,
de versos y amor un culto…
Y fueron esas palabras
entre tus senos suspiro,
entre mi pecho latidos
de nuestra carne las ganas…
Al azar hago testigo,
cada nuevo anochecer,
si he de volver a nacer,
quiero que sea contigo…
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